Estamos seguros de que, desde pequeño, has estado en contacto con ese aparato médico que sirve para escuchar el pecho, especialmente ante los resfriados y otros problemas pulmonares. Probablemente, lo conoces como estetoscopio, ¿Pero realmente lo es o se trata de un fonendo? En este artículo te contamos cuáles son las diferencias entre fonendoscopio y estetoscopio.
¿Qué son los fonendos?
Para poder determinar las diferencias entre fonendoscopio y estetoscopio es imprescindible definir a los fonendos o fonendoscopios. El término no está muy extendido y de hecho, se suele utilizar ambos instrumentos como sinónimos, pero no lo son. Empezamos por contarte que el fonendoscopio es, de hecho, un tipo de estetoscopio y, por lo tanto, el estetoscopio es un término muy general.
Curiosamente, el fonendoscopio es el estetoscopio que se utiliza en el ámbito sanitario, así que es muy probable que ya lo conozcas. Pero el fonendoscopio no es el único estetoscopio empleado, pues hay otras variantes.
¿Fonendoscopio o estetoscopio?
El estetoscopio es un aparato que se utiliza para auscultar los sonidos del pecho y otras partes del cuerpo, mientras los amplía sin deformarlos. Por su parte, el fonendoscopio o fonendo es un tipo de estetoscopio en el que el tubo rígido se reemplaza con dos tubos de goma que enlazan la boquilla que se coloca sobre el cuerpo. El fonendoscopio está dotado de dos auriculares o botones que se introducen en los oídos para poder escuchar.
Como puedes ver, el fonendoscopio es prácticamente lo que conoces como estetoscopio y es el que utilizan los médicos de atención primaria y los pediatras. ¡Por eso es tan conocido! Y si sirven para lo mismo, ¿cuáles son las diferencias entre fonendoscopio y estetoscopio? La principal diferencia radica en la anatomía de ambos instrumentos.
Diferencias entre fonendoscopio y estetoscopio: ¡Aprende a distinguirlos!
Los estetoscopios están provistos por un tubo rígido que amplifica los sonidos del cuerpo. Los fonendoscopios, por su parte, se distinguen porque el tubo es flexible y es el que constituye una ruta del sonido desde la campana hasta el auricular. La campana es lo que se posa sobre el cuerpo del paciente para poder percibir el sonido y después viaja hasta los oídos del médico.
Otras diferencias entre fonendoscopio y estetoscopio que pueden resultarte de utilidad son:
- El fonendoscopio se utiliza, generalmente, para escuchar los sonidos internos y profundizar problemas del sistema cardiovascular y pulmonar.
- El estetoscopio determina la frecuencia cardíaca normal. Puede detectar anormalidades no graves.
- En cuanto al tamaño, el fonendoscopio tiene un diámetro mayor que el estetoscopio. Los sonidos, en consecuencia, son más claros.
- Los estetoscopios tienen dos tubos separados para aislar las vibraciones auditivas. Los fonendos tienen un único tubo.
Por otra parte, cabe destacar que hoy en día existen distintos tipos de fonendoscopios, pudiendo haberlos con una vida útil muy larga e incluso, desechables (un solo uso). ¿Y cuáles son las diferencias entre fonendoscopio y estetoscopio desechable y de uso prolongado?
Empezamos por contarte que los fonendos de uso prolongado son de tipo profesional y se fabrican con materiales resistentes y muy duraderos. Hoy en día puedes encontrarlos con diseños y acabados muy notables que no solo aumentan el rendimiento y la calidad, sino que prolongan la vida útil del instrumento.
Los fonendoscopios de un solo uso, como su nombre indica, son desechables y solo se utilizan una vez. Esto se debe a que su objetivo, además de escuchar, es evitar problemas de contaminación cruzada cuando se trata de infecciones severas o cuando hay riesgo biológico. Los fonendoscopios desechables tienen la campana de latón cromado y son muy ligeros, a diferencia de los de uso prolongado.
¿Quién inventó el fonendoscopio?
Hoy en día es uno de los instrumentos más utilizados por los médicos, ¿Y quién lo inventó? Esta herramienta de auscultación se la debemos al médico francés René Laënnec quien lo inventó en 1816 por accidente. En sus inicios, el fonendoscopio no era nada parecido a lo que conocemos en nuestros días. Antiguamente, era un cilindro de madera muy tosco.
En el siglo XIX la auscultación se hacía colocando el oído directamente sobre el tórax del paciente. Lógicamente, era una práctica muy incómoda y carente de higiene. Además, por supuesto, era muy poco efectivo a la hora de captar los sonidos. Laënnec tuvo que improvisar en una ocasión al no poder auscultar a un paciente de forma correcta. ¿Qué hizo?
Utilizó un cuaderno y lo enrolló para utilizarlo como una extensión de su oreja. Una punta del cuaderno la puso en el pecho y la otra sobre su oreja, cosa que le permitió oír el pecho de su paciente. Laënnec se llevó una sorpresa al comprobar que no solo podía oír, sino que los sonidos eran mucho más intensos y claros. Fue así como el médico e inventor pasó varios años ensayando y practicando con diferentes materiales hasta inventar el fonendoscopio.