¿Has escuchado hablar de la serotonina? Se le conoce, en realidad, como “hormona de la felicidad”. Esto se debe a que se le asocia con el estado de ánimo, incluyendo la felicidad. Pero la serotonina va mucho más allá y se encarga de cumplir una serie de funciones importantísimas, como el desarrollo del cerebro y de cumplir diversos procesos de aprendizaje y funciones fisiológicas.

Serotonina: ¿qué es y por qué es tan importante?

Como ya adelantamos, la serotonina se encarga de cumplir diferentes procesos fisiológicos. Incluso es la encargada de regular estados como el hambre y el dolor. La serotonina es natural, es decir, está presente en el cerebro humano y es un neurotransmisor. Pero antes de hablar de la serotonina, es importante destacar que el cerebro humano se diferencia del de otros seres vivos porque capacidad de aprendizaje, el pensamiento, el desarrollo del lenguaje, entre muchas otras funciones.

El cerebro humano representa el 2% de la masa corporal de los seres humanos. 76% del tejido del cerebro pertenece a la región más superficial y encargada de la evolución humana: la neocorteza. Es aquí donde se encuentran las distintas funciones cognitivas. Pero esto depende del peso y masa corporal que ocupe y, en el caso de los humanos, su índice es más elevado que el del resto de los primates.

Por eso es que se pueden explicar diferentes avances evolutivos y científicos que han permitido el avance de la especie humana. ¿Y por qué te contamos todo esto? Porque diversos estudios científicos afirman que existe una relación directa entre el neocórtex y la capacidad de los animales para crear comunidades. Sin embargo, para poder comprender la evolución humana, los científicos han estudiado a fondo la serotonina. La serotonina o 5-hidroxitriptamina es uno de los neurotransmisores más importantes del cuerpo humano.

Funciones de la serotonina

La serotonina no solo es la hormona de la felicidad, sino que cumple múltiples funciones para el cerebro humano. Pero te sorprenderá saber que, aunque se le trate como una hormona, dista bastante de serlo y tampoco se limita a proporcionar felicidad ni regular los estados de ánimo. Sus funciones son mucho más complejas.

Este neurotransmisor se encarga de regular diversos procesos que son necesarios para la supervivencia de la raza humana. Por ejemplo, el hambre, el dolor, el sueño y la respuesta sexual. Pero la serotonina también es la responsable de contribuir en diversos procesos de aprendizaje, como la adquisición de conocimientos. Además, en lo que a memoria se refiere, este neurotransmisor se encarga de procesar los conocimientos a través de la razón. Algunas de las funciones de la serotonina son:

• Regular el apetito y producir sensación de saciedad.
• Control de la temperatura del cuerpo.
• Regulación del apetito sexual.
• Control de la actividad motora.
• Regula la percepción y el conocimiento.
• Regular la secreción de melatonina, una hormona que regula, entre otros, el sueño.
• Desarrollar y mantener la estructura de los huesos.
• Contribuye a la división celular y el funcionamiento del sistema vascular.

Se dice que está asociada a la felicidad y a otros estados de ánimo porque la serotonina y dopamina, en conjunto con la noradrenalina, se encargan de regir el miedo, la angustia, la ansiedad y los comportamientos agresivos. Pero, al igual que la serotonina, la dopamina y la noradrenalina son neurotransmisores.

No sólo está presente en el cerebro

Aunque es un neurotransmisor, la serotonina no se limita al cerebro. Tiene presencia en otras partes del cuerpo, como el tracto gastrointestinal. Este neurotransmisor facilita la homeostasis. Esta es la capacidad que tiene el cuerpo de mantener unas condiciones internas estables y compensar los cambios del exterior.

Los expertos afirman que la serotonina y los circuitos neuronales pueden ser capaces de explicar la relación que existe entre la microbiota y algunos trastornos gastrointestinales. Esto se conoce como eje intestino-cerebro y se asocia, por ejemplo, a la ansiedad en el estómago.