El teorema de Pitágoras es más que conocido, pues es uno de los imprescindibles en trigonometría. Estamos seguros de que lo habrás aprendido a la escuela y es posible que recuerdes más o menos de qué trata. ¿Y si te dijéramos que Pitágoras no fue el inventor del famoso teorema que lleva su nombre? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el teorema de Pitágoras?
Hace más de dos mil años, el famoso matemático y filósofo griego, Pitágoras, formuló un principio que, a día de hoy, se sigue enseñando en la escuela y que se aplica a los triángulos. Este principio matemático dice que en un triángulo rectángulo (con un ángulo de 90º), el cuadrado de la longitud de la hipotenusa (lado o puesto al ángulo recto), es igual a la suma de la raíz cuadrada de las longitudes de los otros dos lados.
¿Por qué resulta tan importante la formulación de Pitágoras? Porque, aunque no lo creas, es un concepto que no solo se aprende en el cole, sino que también se lleva al terreno de la construcción. El teorema lleva el nombre del famoso griego, nacido en Samos (antigua Grecia) en el año 570 a.C. y a quien, para más inri, se le considera el “primer matemático puro”.
Pitágoras era todo un visionario que no solo formuló el teorema que lleva su nombre. También se dedicó a la teoría de pesos y medidas, a la teoría de la música y hasta a la astronomía. Curiosamente, en lo que a la música respecta, creó los conceptos de I, IV y V, pilares fundamentales de la armonización griega y que, a día de hoy, se siguen utilizando. Este matemático también fundó la Escuela Pitagórica, que, se centraba en el estudio de la medicina, la filosofía, la cosmología, la ética y la política.
El pitagorismo, como se le conocía a los conocimientos formulados por el filósofo, tuvo mucha influencia en otros grandes pensadores de la Grecia antigua: Platón y Aristóteles. ¿Y si te dijéramos que Pitágoras no inventó el teorema?
Mesopotamia y el teorema de Pitágoras
Si eres un amante de la historia, sabrás que fueron cuatro las civilizaciones antiguas: Mesopotamia, Egipto, India y China. Posteriormente, surgiría el mundo clásico de los griegos, con sus polis, su democracia y sus filósofos y matemáticos. Hay que remontarnos a Mesopotamia, la antigua civilización que surgió en las orillas de los ríos Tigris y Éufrates. ¿Sabías que Mesopotamia significa “tierra entre ríos”?
¿Y qué tienen que ver el teorema de Pitágoras con Mesopotamia? ¡Todo! Ya desde hace unos años existe una acérrima controversia entre los estudiosos de la materia. Muchos expertos afirman que los babilonios de Mesopotamia ya sabían lo que era el teorema de Pitágoras antes de que el griego existiera. Esto se sabe gracias a una antigua tablilla.
La tablilla IM67118
De acuerdo con los investigadores de la famosa tablilla, los babilonios eran conscientes de la relación numérica que Pitágoras formuló en su teorema. La tablilla en cuestión recibe el nombre de IM67118 y fue encontrada en 1962 en el yacimiento Tell al-Dhiba’i (Irak). Los estudios practicados sobre dicha tablilla babilónica han llevado a los expertos en la materia a situar a las matemáticas como un aspecto revestido de historia.
Los números no son solo cosa de las matemáticas como ciencia, sino también forman parte de un todo que adquiere un sentido social. Y es, precisamente lo que la tablilla IM67118 viene a decirnos. Pero volvamos al teorema de Pitágoras, es decir, a la formulación hecha por el matemático griego. Pitágoras propuso una fórmula que es mundialmente conocida: a2 + b2 = c2 que es la manera de calcular la hipotenusa, pero con lenguaje matemático.
Según los estudios que se han hecho sobre la tablilla IM67118, los babilonios ya habían formulado lo de a2 + b2 = c2, unos 1.000 años antes de que Pitágoras lo hiciera. El artefacto que lo demuestra se encuentra expuesto en el Museo Nacional de Irak.
Pitágoras, ¿ladrón de ideas?
No hay que perder de vista que los griegos eran grandes pensadores y viajeros. Por ejemplo, la idea de la existencia de la Atlántida (sea verdad o mentira), la expuso Platón en sus diálogos “Timeo” y “Critias”. Pero antes de que el filósofo hablara de la Atlántida, ya los egipcios conocían de su existencia y, precisamente fueron ellos quien hicieron llegar las noticias de tan imponente isla al viejo Solón, un legislador ateniense. A Solón la historia de la Atlántida le llegó gracias a antiguos sacerdotes egipcios en la ciudad de Sais, en la delta del Nilo.
No es de extrañar que lo mismo ocurriera con Pitágoras y el teorema. Y es que los propios expertos reconocen que, en la época de la Grecia clásica, había más bien pocos materiales para escribir. Todo llegaba de oídas y por el boca a boca. Es decir, que resulta viable que Pitágoras escuchara la relación existente entre los lados de un triángulo rectángulo.
Y es que los primeros matemáticos, por ejemplo, utilizaban ya el número 60 para contar los minutos y las horas, así que no es de extrañar que conocieran la fórmula para calcular la hipotenusa. Entonces, ¿debería llamarse “teorema babilónico” en lugar de “teorema de Pitágoras”? Lo que es cierto es que aunque los babilonios hicieron este importante descubrimiento (según los estudiosos en la materia), fue Pitágoras quien acuñó el término y lo dio a conocer al mundo.