El efecto mariposa, una teoría originaria de la meteorología, ha trascendido su ámbito inicial para convertirse en una metáfora que ilustra cómo pequeñas acciones pueden desencadenar impactos significativos en sistemas complejos. Este concepto ha sido puesto de moda en la cultura popular y adoptado en diversas disciplinas, ofreciendo una perspectiva intrigante sobre cómo nuestras decisiones cotidianas pueden tener consecuencias sorprendentes en el mundo que nos rodea.
¿Qué es el efecto mariposa y cómo se relaciona con la ciencia?
El efecto mariposa se basa en la idea de que el aleteo de una mariposa en un lugar puede, mediante un proceso de amplificación y propagación de efectos, desencadenar un huracán en otro lugar. Esta metáfora sugiere que incluso las acciones más pequeñas y aparentemente insignificantes pueden tener un impacto considerable en sistemas más complejos y dinámicos.
Pero, aunque parezca una metáfora, la realidad es que el efecto mariposa no es otra cosa que la teoría del caos. Los cambios que ocurren en los distintos sistemas complejos se denominan “no lineales” y esto quiere decir que siguen relaciones que no son proporcionales ni guardan una relación muy estrecha entre sí. La teoría del caos, así como el efecto mariposa, explican que algo tan complejo como el universo y que es un sistema caótico flexible, es impredecible.
La teoría del caos explica cómo los sistemas como las condiciones ambientales, climáticas y la propia atmósfera terrestre, impiden realizar pronósticos de tiempo que sean fiables a largo plazo. Además, esta teoría también sirve para abordar el estudio de ciertos fenómenos sociales que tampoco son lineales. Situaciones que podría ser difícil resolver y que se relacionan con la causa y efecto.
La base del efecto mariposa dice que una secuencia interminable de hechos, que, aparentemente, parecen desencadenados entre sí, tienen consecuencias impredecibles. Por ejemplo, si el universo se divide en dos partes y a cada una se le introduce una variable, cada una de estas dos partes tendrá una reacción en cadena distinta. Por lo tanto, las partes del universo evolucionarán de forma diferente e impredecible.
Aunque la idea de una mariposa aleteando es lo más asociado a la teoría del caos, los expertos en la materia hacen una referencia al experimento del doble péndulo. Según esta idea, dos péndulos acoplados (un péndulo unido a otro, por un extremo) oscilarán de forma impredecible y caótica, a diferencia de que si se tratase de un único péndulo.
¿A qué se aplica el efecto mariposa?
Este concepto ha encontrado aplicación en una amplia gama de campos, desde la física y las matemáticas hasta la economía y la psicología. Para el efecto mariposa, pequeñas variaciones pueden conducir a resultados drásticamente diferentes con el tiempo.
En economía, el efecto mariposa ilustra cómo una pequeña perturbación en un mercado puede desencadenar una cadena de eventos que afectan la economía global; por otra parte, en la psicología, se relaciona con el concepto de cascada de emociones. En este sentido, un pequeño cambio en el estado emocional de una persona puede influir en el estado emocional de otros en su entorno.
Sorprendentemente, incluso el efecto mariposa se aplica al marketing y el SEO. En el mundo del marketing digital, las acciones que se lleven a cabo en una página, pueden tener un efecto significativo. Consecuencias que se aplican, por ejemplo, a la participación de los usuarios. Básicamente, hacer un cambio en una página web puede generar una serie de reacciones en cadena desconocidas y que, a la larga, tienen consecuencias positivas.
¿Quién inventó la teoría del caos?
Al hablar del efecto mariposa y la teoría del caos, no podemos pasar por alto a Edward Lorenz, padre de esta teoría. Lorenz consideró que el tiempo atmosférico forma parte de la teoría del caos, pues nunca se pueden conocer, con exactitud, las condiciones iniciales. En 1963, Lorenz se encontraba realizando una investigación sobre previsiones climatológicas utilizando un ordenador para hacer ecuaciones.
La idea de la teoría del caos vino a raíz de un pequeño error del ordenador que Lorenz estaba utilizando. Según la anécdota, mientras Lorenz se preparaba un café, el ordenador simuló una serie de resultados climáticos de dos meses y que no se parecían a los que Lorenz ya tenía. El error fue aleatorio, pues el ordenador simplemente hizo un redondeo. Esto ocurrió porque se simplificaron operaciones y porque la impresora no aceptaba más de tres decimales. Por lo tanto, Lorenz decidió reducir de seis a tres los decimales.
¿Y qué relación guardan los decimales con la teoría del caos? Pues esta variación sirvió para sentar un paradigma y que es la base de la teoría del caos. Una variación mínima inicial puede ocasionar alteraciones a corto y medio plazo. Este descubrimiento de Lorenz supuso el salto de las leyes deterministas de Newton.