A lo largo de la historia, muchas mujeres han dedicado su vida a la investigación científica, sin embargo, en su momento, no todas recibieron el reconocimiento que merecían. Hoy te invitamos a descubrir a las mentes más brillantes que contribuyeron a hacer importantes avances sin los que nuestras vidas serían muy distintas. Estas son las mujeres en la ciencia más destacadas.
Mujeres en la ciencia, tras las huellas de las mentes más prolíficas
Muchas mujeres en la ciencia tuvieron que firmar sus trabajos utilizando seudónimos. Algunas, no podían publicar bajo su propio nombre, así que los hallazgos eran firmados por hombres y, lógicamente, ellas no recibían las atribuciones que merecían. Además, por supuesto, se veían silenciadas y marginadas. Afortunadamente, hoy en día las cosas han cambiado y las mujeres pueden dedicarse a la ciencia abiertamente y ser ellas quienes publiquen sus hallazgos.
Te invitamos a descubrir a las mujeres en la ciencia más destacadas y adelantadas de su tiempo.
Hipatia de Alejandría
La vida de Hipatia de Alejandría (370-416) terminó de forma trágica debido a sus aspiraciones en el campo de las ciencias. De hecho, se le considera una mártir, pues falleció a manos de un grupo cristiano, mientras defendía sus ideas. ¿Y cuáles eran las ideas tan revolucionarias de Hipatia? La joven Hipatia fue filósofa y maestra de la escuela neoplatónica de Alejandría, allá por el siglo V.
Fue pionera en las matemáticas y la astronomía y, entre sus avances y fundamentos, impulsó el heliocentrismo. Es decir, colocó al Sol como centro del universo y no a la Tierra, como hasta entonces se creía. Una teoría que no agradó a la sociedad de su tiempo.
Caroline Herschel
Caroline Herschel (1750-1848) descubrió la ciencia de manos de su hermano William, astrónomo personal del rey de Inglaterra. Caroline trabajó como asistente de su hermano y, con el tiempo, se convirtió en una astrónoma muy prolífica que llegó a descubrir nebulosas y cúmulos de estrellas. De hecho, fue la primera mujer en descubrir un cometa y la primera a la que la famosa Royal Society publicó un trabajo. Sorprendentemente, para la época de Caroline, también pudo recibir un salario no como asistente de su hermano, sino como científica.
Ada Lovelace
Probablemente, su nombre no te suena de nada, pero es una de las mujeres en la ciencia más destacadas y se cree que fue la primera programadora de ordenadores de la historia. Aunque a Alan Turing se le considera el padre de la informática, tal y como la conocemos hoy en día, la verdad es que Ada Lovelace (1815-1852), ya había hecho grandes progresos mucho tiempo antes que Turing y “Enigma”.
Lovelace trabajó con Charles Babbage, un científico y matemático británico. Ambos se dedicaron a desarrollar una calculadora conocida como máquina analítica. ¿Por qué se dice que Ada Lovelace es la madre de la informática? Porque en sus notas se encontró el primer algoritmo utilizado para ser procesado por una máquina. En su honor, el Departamento de Defensa Estados Unidos llamo “Ada” a un lenguaje de programación.
Marie Curie: una de las mujeres en la ciencia más famosas
El nombre de Marie Curie (1867-1934) no podía faltar en nuestra lista de mujeres en la ciencia más destacadas. Fue una de las más prolíficas científicas de nuestro tiempo y pionera en el estudio de la radiación, algo que terminó pasándole factura. Las investigaciones de Marie la llevaron a descubrir el radio y el polonio.
Aunque trabajó durante muchos años junto a su marido, Pierre Curie, tuvo que continuar sus investigaciones en solitario después de la trágica muerte de este. Una pérdida de la que ella nunca se repuso, como revela en su diario. Marie fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel, concretamente, de Física (1903). En 1911, le concedieron el Nobel de Química. Esto la convirtió en la primera persona en recibir dos Premios Nobel en categorías diferentes.
Su hija Irène también se dedicó al estudio de la ciencia y, años más tardes, siguiendo los pasos de su madre, fue galardonada con el Nobel de Química.
Lise Meitner
Lise Meitner (1878-1968) fue una física sueca de origen austríaco que trabajó con Otto Hahn. Ambos se dedicaron a investigar los elementos radiactivos. Desafortunadamente, debido al régimen nazi, Lise tuvo que abandonar Alemania en 1938 por ser de origen judío. Pese a la situación, Otto y ella continuaron colaborando por correspondencia y fue ella quien, curiosamente, acuñó el término “fisión nuclear”, al calcular la energía liberada durante este proceso.
Otto Hahn fue quien se llevó el Premio Nobel por este descubrimiento, dejando de lado el importantísimo trabajo de Lise. El comité de los Nobel no la tuvo en cuenta.
Rosalind Franklin
Rosalind Franklin (1920-1958) obtuvo un doctorado en Química por la Universidad de Cambridge, pese a que su padre se opuso rotundamente a que su hija fuera científica. Rosalind trabajó en el laboratorio del King’s College de Londres, una prestigiosa institución. Aquí, la joven científica pudo hacer una fotografía demostrando la doble hélice del ADN.
El trabajo de Franklin se lo apropió Maurice Wilkins, que mostró la fotografía de Rosalind a dos compañeros. Los tres publicaron el descubrimiento en la revista Nature y se llevaron el Premio Nobel en 1962 por descubrir el ADN y su hélice doble. Rosalind Franklin no pudo alzar la voz porque murió cuatro años antes a causa de un cáncer de ovario.
Margarita Salas: una de las mujeres en la ciencia de origen español
No podemos hablar de mujeres en la ciencia sin reconocer la labor de Margarita Salas (1938-2019), una de las más prolíficas científicas españolas. Salas se doctoró en Biología por la Universidad Complutense de Madrid y trabajó durante tres años en la Universidad de Nueva York junto a Severo Ochoa. Ambos científicos centraron sus investigaciones en la biología molecular y, uno de sus descubrimientos más notables fue el del ADN polimerasa, gracias al cual el ADN puede replicarse.
Elizabeth Blackburn
Esta científica, nacida en 1948, ganó un Premio Nobel de Medicina en 2009 por su descubrimiento de la telomerasa. La telomerasa es la enzima responsable de alargar los telómeros, extremos de los cromosomas, que influyen en la vida celular. Los estudios de Elizabeth Blackburn son de vital importancia para los tratamientos contra el cáncer.