Sin duda alguna, el Sol juega un papel crucial para la vida en la Tierra. Y es que la vida en nuestro planeta depende de muchos factores, entre ellos, la luz solar. Ya desde hace siglos, se sabe que el Sol es el centro del sistema solar y que los planetas orbitan a su alrededor, cosa que permite que la vida se desarrolle en la Tierra. Pero, ¿Qué pasaría ante la muerte del Sol? ¿Hay posibilidades de que este astro se apague? ¡Te lo contamos!
¿Cómo sería la muerte del Sol?
La muerte del Sol se espera dentro de miles de millones de años como un suceso inminente. Se cree que, las consecuencias serían terribles para la vida en la Tierra, pues llevaría a la aniquilación de los seres vivos. Sin embargo, ahora hay una teoría que apunta a que otra vida podría surgir de las cenizas, aunque esto es algo muy metafórico. ¿Cómo ocurriría entonces?
Antes de contarte estas nuevas teorías, debes saber que la vida del Sol se calcula en unos 10.000 millones de años y, actualmente, va casi por la mitad. El Sol, que es una estrella, se formó hace aproximadamente 4.600 millones de años, básicamente, falta mucho para que se apague. ¿Cómo ocurriría este fenómeno?
Actualmente, el núcleo solar está quemando hidrógeno a unos 15 millones de grados. Un fenómeno que ocurre, además, a muchísima presión, por lo que el hidrógeno original se fusiona para generar helio. Este es el ciclo vital del Sol. Desde la Tierra, este hecho se observaría como un aumento del tamaño y luminosidad del astro, de forma paulatina. Curiosamente, desde su formación, el Sol ha crecido en un 20%.
Los fenómenos que ocurren en el interior del Sol
¿Y qué ocurriría cuando se acabe el hidrógeno? Entonces el Sol comenzaría a quemar helio y es este el momento en el que estaríamos ante el final de la estrella. Para eso, faltan unos 5.000 millones de años. Y, hoy en día, nos encontramos ante lo que se conoce como fase de “secuencia principal” que concluirá cuando se acaben las reservas de hidrógeno. Después, el Sol entrará en la fase de “gigante roja”, que es cuando comenzará la quema de helio.
Al acabarse el hidrógeno, el núcleo comenzará a comprimirse y es cuando ocurriría un fenómeno peculiar. Para entenderlo, debes saber que la estrella puede vivir porque existen dos fuerzas opuestas que actúan sobre ella. Por un lado, está la masa, que empuja hacia adentro por la gravedad. En el otro extremo, están las reacciones de fusión nuclear que producen mucha energía y generan una presión hacia afuera, es decir, contrario a la gravedad.
Estas dos fuerzas generan un equilibrio perfecto en el núcleo, pero cuando el hidrógeno se acabe, desaparecerá la energía que había empujado hacia afuera, en consecuencia, el núcleo se colapsará. Al colapsar, el núcleo elevará muchísimo su temperatura hasta tal grado de poder quemar helio. El helio es un elemento que, curiosamente, necesita de mucha temperatura para fusionarse, pues es más pesado que el hidrógeno.
Mientras el núcleo se encarga de quemar helio, las capas externas quemarán hidrógeno. En consecuencia, se calentarán y se producirá una expansión considerable. Como ya adelantamos, a esta fase se le conoce como gigante roja y se llama así porque las capas externas se enfrían al expandirse y adoptan este color.
Lo siguiente es que, cuando se agoten las reservas de helio, la estrella se contraerá y calentará nuevamente. Sin embargo, no alcanzará la temperatura suficiente para calentar el otro elemento del núcleo: el carbono. La muerte del Sol ocurrirá, finalmente, cuando todas las capas externas que lo recubren se eyecten hacia el espacio en forma de una nebulosa planetaria. Se trata de una mezcla de gas y polvo, con forma de anillo. En el centro solo quedará una masa densa, del tamaño de la Tierra y que es el núcleo de la estrella. Entonces el Sol pasará a ser una enana blanca. A los miles de años, se enfriará y apagará al no ser capaz de producir energía.
¿Qué pasará con la Tierra ante la muerte del Sol?
Los expertos en la materia no saben, a ciencia cierta, qué ocurrirá con la Tierra cuando el sol se expanda. Se sabe que va a ser un evento colosal que hará que el Sol aumente su tamaño unas 150-200 veces más de lo que es ahora. De entrada, se sabe que será capaz de engullir a los planetas que están antes de la Tierra, es decir, Mercurio y Venus.
El destino de nuestro planeta, en ese sentido, es incierto. Lo que sí se sabe es que, al producirse la expansión del Sol, la vida sería prácticamente imposible. La temperatura será tan elevada que sería inviable que nuevas formas de vida se desarrollasen. Tendrían que pasar millones de años para que la vida volviese a surgir, tal y como ocurrió cuando aparecieron las primeras formas de vida en la Tierra.
La carrera espacial y la búsqueda de vida en otros planetas son en parte, para dar continuidad a la humanidad después de la muerte del Sol. Aunque no podemos dejar de lado también que el calentamiento global y la contaminación también están haciendo mella sobre la Tierra. Todavía queda mucho camino por recorrer, pero los viajes espaciales son ya una realidad y se espera que, en un futuro, sea posible vivir en el espacio.